5 razones para hidratar tu piel

Hoy en nuestro blog de belleza, te daremos las 5 razones para hidratar tu piel a lo largo de todo el año.

A nivel estético, todas queremos tener un rostro perfecto, luminoso, terso y en perfectas condiciones, como nuestras celebrities favoritas, pero por más trucos que utilicemos, a veces es muy difícil ver mejoras en la piel o que los tratamientos y productos que nos aplicamos producen algún cambio.

Muchas veces gastamos dinero en productos milagro, en tratamientos específicos para algunos inestetismos que nos preocupan, pero no tenemos en cuenta que lo principal, para que la piel funcione correctamente y además puedas recibir mejor los principios activos y propiedades de los productos es que esté bien hidratada.

Sobretodo es esencial beber un mínimo de 1,5 litros de agua al día y mantener una dieta rica en frutas, verduras y alimentos de alto contenido en agua, vitaminas, minerales, fibra, etc… pero una vez esto ya forma de nuestra rutina diaria ¿Qué más podemos hacer para hidratar nuestra piel y por qué es importante?

Principales razones para hidratar tu piel

1. Necesita agua para funcionar correctamente

Como hemos dicho en el párrafo anterior, una de las razones y casi la más importante, es que necesitamos que haya agua en nuestra piel para que esta pueda desarrollar sus funciones correctamente y así además asimilar mejor los activos y beneficios que previenen y ralentizan el envejecimiento cutáneo.

El nivel de agua y grasa de nuestra piel debe estar equilibrado al 50% para asegurar que tienen el sebo y agua suficiente para que pueda haber intercambio de sustancias.

De esta forma, las células de nuestra piel eliminan lo que no necesitan, se deshacen de toxinas, se oxigenan mejor y están más limpias y receptivas para activarse con lo que los principios de los productos que nos aplicamos les “indican”.

El error que cometemos casi siempre es preocuparnos de problemas como las arrugas, flacidez, falta de luminosidad, etc… cuando el primer paso es que la piel esté hidratada, ya que de no ser así, no podrá recibir activos ni reaccionar frente a otros tratamientos.

2. Fortalece la barrera de protección natural

Ligada a la razón número 1, nos encontramos con que también detrás de la hidratación hay razones funcionales en cuanto a la protección de la piel.

Nuestra piel es una barrera protectora que tiene que estar íntegra para ser efectiva.

Una buena hidratación hace que esta barrera protectora (que ha de estar en equilibrio al 50% de agua y grasa) se vea más fortalecida y flexible.

Esta barrera nos protege de los agentes externos como el clima, la contaminación, el maquillaje, etc…

A la vez, esta hidratación de la piel hace que cuando nos aplicamos por ejemplo el protector solar, este haga mejor su función, porque la capa protectora no es absorbida tan rápidamente por la piel.

En muchos casos, los productos no son efectivos simplemente por la falta de agua en nuestra piel.

3. Previene la sequedad

Los factores climáticos influyen directamente en el estado y la hidratación de nuestra piel. Si en verano el sol, el salitre y/o el cloro, son uno de los mayores enemigos de nuestra piel, en invierno, el frío, el viento y la calefacción también hacen que nuestra piel se deshidrate.

Es esencial mantener nuestra piel bien hidratada y nutrida ya que esto ayuda e intensifica el proceso regenerador de nuestras células y de reparación y por lo tanto se previene el envejecimiento cutáneo.

Debemos tener especial cuidado en esas épocas del año y mejorar nuestra hidratación diaria.

Aplica tu crema hidratante o nutritiva según tu tipo de piel y sus necesidades y no te saltes nunca la rutina de limpieza facial. Ayudarás a eliminar residuos, piel muerta, a oxigenarla, a limpiar los poros y facilitarás la penetración y acción de los cosméticos que apliques después y tu piel estará limpia, fresca, hidratada, suave, tersa y sana.

4. Regula las pieles grasas

Es una razón que la mayoría de personas desconocen, pero es muy real y tiene mucha lógica.

Las pieles grasas se caracterizan por un exceso de sebo, sus glándulas producen y segregan más grasa de lo normal. En muchos casos es por un desajuste hormonal, por etapas de o periodos de estrés y en muchos otros casos se debe a una falta de hidratación.

Como ya hemos comentado, la piel ideal y la que está en perfectas condiciones, es la que está compensada y contiene un 50% de agua y un 50% de grasa.

La piel no puede fabricar agua, la adquiere de la que bebemos y de la que aplicamos con los productos cosméticos, pero sí que puede fabricar grasa, y se auto regula. Es decir que si a la piel le falta hidratación, nuestras glándulas sebáceas fabricarán más grasa para que esta no pierda la lubricación/hidratación.

Nuestro organismo es inteligente por lo que si a nuestra piel le falta agua, las glándulas sebáceas entrarán en acción, lo que dará lugar a una piel grasa, deshidratada y aparecerán los temidos brillos, granitos y puntos negros.

Si tu piel ya es de tendencia grasa debes utilizar productos libres de aceites pero nunca saltarte la aplicación de crema hidratante ni utilizar tratamientos demasiado astringentes ya que puedes provocar un efecto rebote e incluso descamación de la piel.

5. Motivos estéticos

Una piel falta de agua es una piel deshidratada, y a parte de todas las razones de salud que hemos comentado en los puntos anteriores, la estética es otra de las razones por las que es importante que hidrates tu piel.

Una piel deshidratada presenta signos de envejecimiento prematuro, se seca, aparecen las arrugas y estas se marcan más, la piel se cuartea, pierde brillo e incluso se descama.

Además, como no tiene suficiente humectación y no puede hacer sus funciones correctamente, comienzan a afectarle otros factores como que el metabolismo celular se ralentice, la producción de colágeno baje, que no esté bien protegida frente a los factores externos y en consecuencia que se acentúen más inclemencias del paso del tiempo sobre nuestra piel.

Por lo que si no quieres que los primeros signos de la edad aparezcan antes de tiempo, comienza a utilizar una crema hidratante para prevenir en vez de curar.